Acabamos de llegar del Foro de Metodologías Participativas, un proyecto construido colectivamente por un grupo de personas y entidades que compartimos una visión: la de la participación como una herramienta potente e indispensable para generar los cambios que necesitamos, mejorar-nos y mejorar también las múltiples y complejas comunidades que habitamos.
Ha sido un fin de semana intenso, repleto de encuentros, ideas, propuestas, reflexión, emociones, aprendizajes, incertidumbres,
experiencias y algunas –pocas pero contundentes- certezas.
Y es que el trabajo de unas 400 personas predispuestas y con ganas de compartir da para mucho. Pronto dispondremos de documentos y registros detallados (aquí podéis encontrar un primer avance), así que esta mini-crónica solo pretende dar las gracias a todas las personas y entidades que han colaborado –de mil formas diferentes- para que esto haya sido posible.
Muy especialmente a las/os que, desde el grupo motor que ha organizado el encuentro, han puesto su empeño, su mejor hacer, su energía, su tiempo y su esfuerzo estos tres días y, claro, los meses anteriores.
El antropoceno nos tiene bastante fastidiadas, sí, y los resultados tardan mucho más de lo deseable, sí, y a cada paso encontramos mil y un problemas, sí. Estamos llenos de inseguridad y dudas, sí.
Pero también estamos siendo testigos y actores de algunos cambios como mínimo interesantes. Y eso también hay que saber disfrutarlo. Y visibilizarlo. Y apreciar el valor que tiene.
Necesitamos seguir practicando paciencia, horizontalidad, transducción, aprendizajes, resistencia, cuidados mutuos, transversalidad, coherencia, compromiso, creatividad, inclusión, pedagogía, alguna que otra catarsis, diversidad, encuentros, pasión…
Tenemos que seguir socializando el conocimiento. Y la emoción.
Es importante construir nuevas narrativas, nuestras, propias. Generar procesos en los que, cualitativamente, estemos todas. Seguir haciéndonos preguntas. Buscando las mejores soluciones. Una y otra vez.
A veces agota, sí.
Y hay que tomar un descanso. Cuidarse un poco…
…para luego seguir.
¡¡Y así poder reencontrarnos de nuevo!!