La tierra en el alma, el viento en el pelo y el ganado en el corazón
Ganaderas en Red: mujeres de tierra, viento y ganado. Así es como se quiere llamar el grupo de pastoras y ganaderas de extensivo que nació el viernes pasado con vocación y ganas de caminar juntas un largo y emocionante trayecto. Un mágico encuentro de mujeres de pequeños pueblos de Almería, Badajoz, Zamora, Logroño, León, Madrid, Cáceres… que se dieron cita, paradójicamente, en la enorme ciudad de Madrid, en los locales que amablemente nos facilitó la FUHEM.
Una larga sesión de tarde en la que se entremezclaron la intensa reivindicación de su espacio como mujeres en el mundo ganadero, con la tuberculosis de las cabras; la invisibilidad de las pastoras, con la compleja burocracia que las persigue; la fuerza de sus poemas con la debilidad en solitario; la alegría de estar juntas y debatir tranquilas, con la tristeza por las que
tuvieron que deshacer la maleta antes de coger el tren para quedarse en casa cuidando del ganado o la familia; la enorme capacidad de trabajo y esfuerzo, con el permanente complejo de culpabilidad por soñar unas horas sin cargas; el valor de la curiosidad, con la dificultad de mantener la titularidad de las explotaciones; la falta de internet en el pueblo, con la falta de autoestima; el sentimiento de inferioridad, con el reconocimiento de una fortaleza innata; la seguridad de saberse el motor que da vida al mundo rural, con la frustración por su frecuente ausencia en los espacios donde se decide su futuro; la ilusión y capacidad de adaptación a los cambio,s con la absurda confusión social e institucional entre la ganadería intensiva y la extensiva… una tarde en la que pasamos del papel secundario a ser las auténticas protagonistas.
¿Qué nos ha traído hasta aquí? ¿Qué nos une? ¿Qué queremos cambiar? ¿Cómo? ¿Por dónde empezamos?
Fueron las preguntas a las que buscamos respuesta a lo largo de la jornada. Enseguida descubrimos que, aunque los motivos para hacer el viaje eran muy diversos, son muchas las cosas y sentimientos comunes que nos unen.
Tanto las aprendizas de pastoras recién llegadas a la Sierra como las maestras ganaderas con varias generaciones de pastoreo a la espalda hablamos un mismo lenguaje y, sobre todo, tenemos claro qué es lo que queremos cambiar: queremos pasar de la permanente invisibilidad a primera fila, queremos tener voz allí dónde se deciden las cosas importantes, queremos romper con la imagen absolutamente masculinizada de la ganadería extensiva y el pastoreo, queremos que se nos respete como mujeres ganaderas, queremos superar la discriminación familiar, social, administrativa y profesional que sufrimos, queremos cambiar la excesiva burocracia, queremos compartir con los hombres las tareas de casa y superar ese pluriempleo obligado que, como mujeres, todas padecemos. Queremos cambiar.
Y además, sabemos que lo queremos hacer juntas, sabemos que en red subirá la autoestima, ganaremos confianza, combatiremos el machismo, aprenderemos otras formas de educar a nuestros hijos e hijas, cambiaremos el lenguaje y serán las vacas de María y no las de Felipe, ganaremos seguridad mediante la formación, cogeremos valor, superaremos el sentimiento de culpa cada vez que salgamos fuera o dediquemos un tiempo para nosotras, seremos autocríticas y perseverantes. Seremos nosotras.
Pero también, en red, intercambiaremos experiencias ganaderas, avanzaremos juntas en la búsqueda de soluciones, hablaremos de los problemas de nuestra cabaña e investigaremos sobre las virtudes y la probable seña de identidad del manejo femenino de las ganaderías extensivas.
Y este placer, lo compartimos tantas mujeres como frases tiene este poema escrito entre todas, cuya lectura apagó la luz de la sala…
…e iluminó la red.
Como somos mujeres ganaderas
Creemos en una vida diferente
Donde poder ser más dueñas de nosotras mismas y de nuestro entorno
Enseñar a los hombres su lugar en el mundo
Valorarnos y apoyarnos entre nosotras
Encontrarnos y compartir
Ser conscientes de que valemos mucho más
Siempre nos consideramos inferiores
Pero es hora de hacernos valer
Hora de que el mundo se adapte a nosotras
Vivir sin miedo al qué dirán
Creer en una, cuidarse y todas juntas gritar
Hacernos valorar y salir de la sombra
Para que siempre luzca el sol a nuestro alrededor
Abrir las cortinas y mirar al cielo
Y así podrás saber la diferencia entre querer y amar
Y hacer las cosas que realmente quieras
Porque si te lanzas a volar, tendrás alas
Y al volar serás libre y poderosa
Ganaderas en red
Madrid, 18 de noviembre de 2016