Ya tenemos listos los relatos de lo acontecido en la décima edición de la Escuelaboratorio, que en esta ocasión celebramos en el Albergue de Monegros, en Leciñena, entre el 2 y el 4 de junio de 2023. El relato escrito podéis consultarlo o descargarlo en este enlace y el audiovisual podéis verlo aquí abajo:
La Escuelaboratorio es una iniciativa de la Fundación Entretantos que celebramos cada año, forma parte del programa de Seminarios Permanentes del CENEAM (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) y está concebida como una oportunidad para reflexionar en grupo, pensar y debatir colectivamente sobre cuestiones clave e inquietudes compartidas en torno a un tema monográfico que varía de año en año, pero manteniendo siempre una mirada crítica y constructiva desde la participación. La Escuelaboratorio tiene vocación viajera por la geografía española y, al mismo tiempo que se mueve por diferentes temas, cada edición se acerca a una localidad distinta, facilitando así la integración de gente, movimientos y experiencias de zonas diferentes.
Tiene un formato de seminario abierto y flexible en el que se alternan la presentación de reflexiones, los debates e intercambio de opiniones, el conocimiento y ensayo de técnicas de participación, el compartir experiencias y estudios de casos como recurso, estímulo y motor para la construcción de un aprendizaje común. Así, se cuenta con espacios abiertos para el debate a lo largo de todo el encuentro, se presentan algunas experiencias inspiradoras por parte de sus protagonistas y se reserva un espacio para conocimiento de herramientas útiles para la participación y la construcción de conocimiento compartido.
En los primeros meses de 2023 pensamos dónde y con quién nos gustaría compartir la experiencia de esta escuelaboratorio que estábamos empezando a vislumbrar. Y decidimos trasladarnos a Aragón, donde conocíamos a algunas personas con quienes estábamos seguras de que el trabajo sería interesante y enriquecedor: Patricia Sanchón, con quien habíamos colaborado en el programa Pueblos Vivos; Edurne Caballero, de Biela y Tierra y Juan Laborda, de CERAI, quien finalmente no pudo unirse al proceso. Pensamos además en Adrián Gallero, miembro del colectivo Agrocuir de Ulloa, que reivindica la diversidad de género y sexual en el rural, con quien compartimos mirada y visión. Con este magnífico equipo fuimos, poco a poco, avanzando en el proceso de diseño de esta escuelaboratorio de 2023 y encontrando nuevas ideas en el camino, a medida que tratábamos de revisar y desbrozar las cuestiones que nos preocupaban. Sentimos en ocasiones que nos acercábamos a la raíz del asunto, que estuviésemos pelando algunas capas de la cebolla. En otras, pareciera que dábamos vueltas y revueltas en torno a una idea que no acabamos de tener clara.
Cuando ya habíamos avanzado en la definición de los debates y del conjunto de conceptos que queríamos trabajar, apareció la idea: necesitábamos contar con algún soporte metodológico -como habíamos hecho en otras escuelaboratorios- que nos permitiese -desde lo personal y, también, desde lo colectivo, profundizar en el diagnóstico y en la búsqueda de soluciones. Y recordamos el teatro-foro, una herramienta con la que las gentes de Entretantos ya habíamos trabajado en otras ocasiones, y que nos había demostrado su enorme interés para ayudar a las comunidades a abordar conflictos y situaciones difíciles. Para ayudarnos con esto incorporamos al equipo a Javier Martínez y Maica Palomares, dos grandes conocedores de la situación actual del medio rural -en Soria y Granada- y además con experiencia en la puesta en marcha de obras de teatro-foro centradas en conflictos socioambientales.
La idea que les propusimos a Javi y a Maica no fue traer una obra ya preparada a la Escuelaboratorio para que las participantes pudieran experimentar -desde el público- cómo funciona la herramienta, sino pedirles que se incorporasen al equipo y nos ayudasen a integrar el teatro-foro como una técnica más de las que íbamos a utilizar en el encuentro. Desarrollamos varias sesiones de trabajo on line ya con ellxs, en las que fuimos perfilando lo que iba a ser el papel del teatro-foro en el marco de la programación que habíamos diseñado. Así, poco a poco, el diseño del fin de semana estaba preparado, aunque con una apertura fuerte a lo que fuera surgiendo del grupo y pidiéndonos el trabajo colectivo.
El lugar de la cita fue el Albergue Hospedería Nuestra Señora de Magallón, en las montañas de Los Monegros, a las afueras de la localidad de Leciñena (Zaragoza), un espacio idóneo para trabajar durante todo el fin de semana, en el que además nos trataron y nos dieron de comer magníficamente. Allí nos reunimos desde el viernes por la tarde al domingo al mediodía más de 30 personas de procedencias muy diversas en lo geográfico, lo laboral y lo personal: personas productoras -agricultoras y ganaderas-, profesionales del arte y la cultura, profesores de universidad e investigadores, miembros del equipo de grupos de acción local, gente con responsabilidades técnicas y políticas en municipios rurales, promotores/as de iniciativas muy diversas, miembros de organizaciones no gubernamentales,…
La idea era dedicar ese espacio de tiempo a compartir experiencias, reflexiones, sensaciones y propuestas sobre el marco de trabajo que habíamos estado planteando previamente desde el equipo, que se sintetizaba, para las personas participantes, en este texto de partida que les habíamos compartido:
«Hoy estamos atravesadas, quizá más que nunca antes -o al menos de forma mucho más visible que nunca antes- por un abanico amplísimo de diversidades ideológicas, políticas, culturales, de clase, de género, de raza, de origen, religiosas, de capacidad, de orientación sexual…
Muchas de ellas se van afortunadamente normalizando, pero no sin resistencias, conflictos y ataques -en ocasiones graves- hacia las personas que se encuentran en situaciones más minoritarias o menos normativas.
Algunas de estas diversidades, como es el caso de las ideológicas o políticas, juegan un papel especialmente polarizador, quizá más en redes sociales que en el mundo real, pero en cualquier caso importante y ni mucho menos desdeñable.
Además, y en el mundo rural en particular, hay elementos que ocupan un papel muy importante en la discusión y en la confrontación pública: animalismo y veganismo, el conflicto en torno al lobo, ciertas cuestiones ligadas a los ecologismos y los feminismos,… Algunos de estos temas juegan un papel especialmente confrontativo entre vecinos de siempre y forasteros o neorrurales, gente que apuesta por la agroecología frente a agricultores convencionales, etc.
En el fondo puede que existan desacuerdos profundos entre diferentes visiones sobre cómo habitar este mundo o divergencias no menores sobre cómo se interpreta la gestión del territorio -de quién es la tierra que habitamos y quién tiene derecho a tomar las decisiones sobre ello- y cómo vivir la propia vida.
Por otro lado, cabría la posibilidad de que el medio rural aparezca como un espacio en el que el respeto hacia las formas de vida del otro, por diferentes que sean, pudiera ser mayor que en la ciudad, donde lo ‘raro’ tiende a esconderse más tras el anonimato o a circunscribirse a la tribu que nos acoge. Esto es un territorio en discusión, sobre el que no hay acuerdo.
Las personas que hemos estado pensando -durante 2023- en este espacio de reflexión colectiva que es la escuelaboratorio nos dedicamos en buena medida a trabajar con gente, a intentar crear y consolidar comunidades y redes de personas que trabajan por un objetivo común. Y en ocasiones vemos que los esfuerzos que hacemos se ven enturbiados por todo este espectro de divergencias y polaridades, desconfianzas mutuas y recelos hacia el otro, la distinta, el que no comprendemos, la que no piensa como nosotras, el que se comporta raro…
Nos gustaría poder avanzar hacia comunidades y redes más inclusivas, más abiertas a la diversidad, más resilientes a la diferencia, la divergencia y la disidencia. Ser nosotras mismas, también, más tolerantes a las que no piensan o no viven como nosotras.
Nos interesa profundizar en el papel que como facilitadoras y diseñadores de procesos jugamos nosotras en estas cuestiones. Y queremos lanzar, atraer y recoger ideas sobre aquello que podemos hacer para mejorar nuestra práctica.
Por todo ello hemos querido dedicar la escuelaboratorio de 2023 a pensar sobre estos temas con colegas que pudiesen aportar miradas diversas, habitando juntas unos tiempos que nos permitiesen compartir experiencias y reflexiones y nos ayudasen a traer algo de luz a estos asuntos».
También podéis ver el video directamente en nuestro canal de YouTube: https://youtu.be/1hkTGJMeP5A