En este artículo científico en el que participan dos de nuestros compañeros, Pedro M. Herrera y Julio Majadas, junto a expertas y colaboradoras con las que nos encontramos en proyectos como la Plataforma por la Ganadería Extensiva y el Pastoralismo, el objetivo es comprender mejor la trayectoria del sector pastoral y ganadero español a una escala espacio-temporal amplia. Ofreciendo, de esta forma, una caracterización formal del pastoralismo español en una clasificación que incluye los rasgos más importantes, armonizando la literatura y el conocimiento experto.

España es un país cuya identidad está fuertemente arraigada en el pastoreo. Dividida en cuatro regiones biográficas principales (Alpina, Atlántica,Mediterránea y Macaronésica)España alberga el cuarenta por el cuarenta por ciento de los 31 tipos de hábitats de Pastizales de Interés Comunitario de la UE, muchos de ellos ellos vinculados al pastoreo.

 

Desde sistemas móviles (en altitud y latitud) hasta sistemas sedentarios, el pastoralismo en España abarca un amplio abanico de especies (especialmente vacuno, porcino, caprino, ovino y equino), productos (carne, leche, lana, pieles) y usos (transporte, trabajo, desbroce), con una elevada diversidad de razas locales. Esto ha acumulado diversidad de hábitats, ofreciendo muy diferentes vías de desarrollo pastoril y dando lugar a una gestión variable y diversidad social. Sin embargo, siguiendo las tendencias globales los pastizales españoles están en declive general, asociado a cambios externos y presiones, como el contexto socioeconómico y los sistemas de gobernanza.

 

La transformación del pastoreo derivó principalmente de la conversión a sistemas de producción más intensivos, lo que provocó el abandono de tierras y la homogeneización del manejo y las razas ( hasta el punto de que más de la mitad de las razas españolas ya están catalogadas en peligro de extinción . La vulnerabilidad al cambio climático también añade nuevos riesgos e incertidumbres al pastoreo español, requiriendo nuestra atención.

 

Paradójicamente a esta situación, la relevancia del pastoreo es cada vez más evidente. Por razones que incluyen la eficiencia y renovabilidad de los recursos la relevancia socioecológica, o la adaptabilidad a los cambios. Para revertir el declive, el pastoralismo debe abordarse desde un contexto socioecológico más allá de una mera actividad productiva, con implicaciones transversales en otros aspectos como la gobernanza o la organización social, la gestión medioambiental, la gobernanza o la organización social . Esto ayudará a abordar la necesidad de elegir las acciones más eficaces para la preservación de estos paisajes y estilos de vida.

 

Un artículo publicado en Liverpool University Press y firmado por Rubén Serrano-Zulueta, Antonio Gómez-Sal, Ferrán Pauné, Elena Velado-Alonso, Jesús Garzón, Agustín del Prado, Francesca Pasetti, Esther Prada-Llorente, Pablo Manzano junto a nuestros compañeros Pedro María Herrera y Julio Majadas.